Muchas veces dichos planes de urbanismo afectan a derechos de los particulares, bien a favor, bien en contra. En el primer caso, porque, por ejemplo, van a dotar de mejores infraestructuras una zona, facilitando la vida diaria de los residentes en esa parcela del municipio.
Pero hay ocasiones en las que esa afección no es tan positiva, puesto que pueden recortar derechos que tengan esos residentes y alterar su vida diaria. Por ejemplo, cuando el ayuntamiento decide ampliar unas aceras y plantea expropiar parte de las parcelas de una calle. Es entonces cuando, mientras se está elaborando el plan, hay que presentar las correspondientes alegaciones. Respecto a estas alegaciones es fundamental que las redacte y presente un abogado experto en urbanismo para asegurarnos el éxito de las mismas.
Dichas alegaciones han de tener un tiempo, como ya hemos comentado, y una forma. No basta con decir que no se está de acuerdo con que se haga esto o aquello, hay que argumentarlo, hay que saber exponerlo como marca la normativa y hay que dirigirlo a la instancia adecuada. Porque unas alegaciones a un plan de urbanismo pueden decaer si no se presentan en la forma o plazo adecuados, por muy bien argumentadas que estén.
También hay que asesorarse sobre qué es lo que se puede alegar, puesto que hay veces que no llegaremos a ningún sitio presentando determinadas alegaciones. En esos casos, por ejemplo, es mejor entablar una negociación con el ayuntamiento. Porque, en bastantes ocasiones, no sólo basta con decir que no estamos de acuerdo; hay que argumentarlo y, muchas veces, proponer alternativas a lo que se pretende desde la administración.
En caso contrario, lo único que podemos conseguir es que nos rechacen las alegaciones presentadas o, lo que es peor, sumergirnos en una problemática aún mayor de la que se teníamos en un principio. Es por ello que se ha de contar con un abogado experto en urbanismo para estos trámites administrativos, con el fin de economizar tanto tiempo como dinero y problemas.